Dialogamos con José Luis Stella, climatólogo del Servicio Meteorológico Nacional, sobre las perspectivas climáticas para los siguientes meses.
El Seguro en Acción (ESEA): ¿Cuáles son las perspectivas climáticas para lo que resta de la campaña agrícola 22/23?
José Luis Stella (JLS): Es el tercer año consecutivo con el fenómeno de La Niña, y las perspectivas no son muy alentadoras en cuanto a precipitaciones. Estamos evaluando y se coincide en que la parte oriental del país va a seguir con déficit de lluvias, acorde a esta Niña, cuyos patrones van a continuar lo que resta del año y parte del año que viene. Va a llegar a su fin, pero hay que esperar hasta el verano quizás. Vamos a seguir con un patrón deficitario en el largo plazo, es decir, vamos a estar por debajo de los valores normales, con una alta probabilidad de ocurrencia.
ESEA: ¿Cuál es la diferencia entre el ciclo Niño y Niña?
JLS: El de la Niña, se identifica por lo que pasa en el océano Pacífico central, sobre el Ecuador. Se debe a un enfriamiento de las aguas y persiste por varios meses. Eso hace que cambie la circulación global, y dicho cambio tiene teleconexiones en algunas regiones del mundo. Particularmente en Argentina, en la región húmeda, esta fase hace que se inhiban las precipitaciones.
Pasa lo contrario cuando estamos frente a un evento Niño. Las aguas se calientan en esa zona y también hay un cambio de circulación, pero que favorece las precipitaciones.
Esto está muy estudiado, hay una clara conexión con las precipitaciones en esta región: con el Niño hay precipitaciones, cuando hay Niña se viene la sequía. Los datos, la estadística, lo afirman. Es una señal bastante clara para poder pronosticar a largo plazo. Por eso, cuando alguno de estos fenómenos está activo, la confiabilidad de los pronósticos suele ser mayor. Con este evento activo, se podía prever el escenario actual.
ESEA: ¿El cambio climático modifica el fenómeno Niño o Niña?
El cambio climático se ve más marcado en el cambio de temperatura. Entonces por ese lado, sí. En un mundo que se está calentando, se va a modificar. Sin embargo, el patrón de ambos fenómenos no ha cambiado mucho, lo diferente es el escenario, y por lo tanto también el impacto. Cuando tenemos una Niña en un contexto de aumento de precipitaciones, como en los 80´ o 90´ el impacto no fue tan grave. En cambio, si la tenemos cuando hay una disminución de las precipitaciones y un aumento de la temperatura, como estamos teniendo ahora, puede llegar a impactar más.
Es decir, en un mundo que se está calentando, y considerando el contexto -uso del suelo, temperaturas, etc.- , estos eventos pueden tener mayor impacto, aunque su variabilidad depende de otros factores.
ESEA: Entonces, ¿Se viene un ciclo de reducciones de las precipitaciones de todo el país?
JLS: No exactamente. Va a estar más marcado en toda la zona oriental, la más húmeda. Justamente donde esperamos que haya más lluvia, es donde va a haber menos de la normal.
Pero no solamente está afectando la Niña, que se da en el Pacífico, sino que también en el océano Índico hay una señal. Está en la fase negativa, similar al fenómeno de la Niña, y esta fase también inhibe las precipitaciones en esta época y en esta zona del país. Es decir, los forzantes de gran escala tienden a inhibir las lluvias. Por eso, el consenso de los pronósticos es que toda la parte del Litoral -Corrientes, Entre Ríos, Santa Fé, Buenos Aires-, es la que va a tener menos lluvias.
Más al noroeste, la señal está menos marcada, igual que la zona de Cuyo. Lo más problemático va a ser la zona húmeda, todo el este del país.
ESEA: Entonces ¿la zona de Cuyo tendrá un déficit de precipitaciones también?
JLS: Los últimos pronósticos daban posibilidades de tener menos precipitaciones. Estuvo complicada por la sequía, así que hay que prestar atención.
En el noroeste también, pero ahí las estaciones son bien marcadas, entonces tal vez se desdibuja un poco. Quizás tienda a llover más en el oeste y menos en el este.
ESEA: ¿Y el Litoral?
JLS: Si bien tuvo el año pasado y principios de este año sequía, temperaturas extremas e incendios, después se recuperó bastante la región. Ahora no está en condiciones de sequía, por eso, no está tan complicado como la zona núcleo, que comprende Entre Ríos, sur de Santa Fé, norte de Buenos Aires, Córdoba. Ahí sí se podría complicar más la situación, porque actualmente está con condiciones de sequía y el pronóstico no es favorable. Además, venimos de tres años con déficit.
ESEA: ¿Hay pronósticos de plazos más cortos?
JLS: Sí. Una salvedad es que cuando decimos “va a llover menos de lo normal” no quiere decir que no va a llover.
¿Cuándo va a llover? Ahí es donde se sugiere que se vaya actualizando en el pronóstico de más corto plazo, en menor escala.
Tenemos la parte del pronóstico subestacional, el pronóstico semanal. Es a más corto plazo, por lo que uno puede ver lo que va a pasar en la primera semana y en la segunda semana de pronóstico.